lunes, 23 de abril de 2012

Thneed-Planet

Lorena H. SanMartin
          Teniendo como referencia Mi villano favorito y con una idea un poco sesgada, entré al cine a ver la película El Lorax, me senté en la butaca esperando pasar un rato agradable, ese “rato” pasó muy rápido y a los pocos minutos, me estaba durmiendo.
          Creo que me sería fácil hablar sobre mi disgusto acerca de esta película; movimientos de cámara, guion, personajes, etcétera. A parte lo considero prudente, pues pareciera un guion sacado de la manga —exceptuando la animación, que me ha parecido buena— .
          En primer punto, encontramos Un poblado que necesita arboles, si Thneed-Ville, hasta ahí, todo va bien. El problema empieza, cuando te das cuenta que todos los personajes te recuerdan a otros personajes y sin más, ya estás en el clímax… sin sabes como sucedió. Es fácil saber lo que va a pasar y aún más sorprendente es que sí, en un dos por tres llega el perfecto final feliz.
          Si es que “el fin justifica los medios”, el mensaje que la cinta intenta dar (de una manera exageradamente digerible) es particularmente interesante, pues no solo es el hecho de darle a entender al público, sobre todo a los niños (que después de todo es el sector al que va dirigida), la importancia de cuidar el ambiente, sino también concientizar y hacer saber que la culpa es directamente es de las nosotros mismo.
          Desde el primer minuto, la película te muestra una sociedad que cree estar feliz de vivir en un lugar donde las comodidades están a partir de un simple botón. Imágenes (ciertamente crudas) de arboles inflables, tecnología por todas partes y fuera de todo eso un mundo que representa la imagen de tierras inservibles.
          La idea mítica de la existencia de seres con “vida” como animales y arboles, también muestra el lado crudo de la historia, solo que con graficas pintorescas y con formas circulares, para evitar discrepancia. Y lo que se podría denotar como algo aun más interesante, es la idea de comercializar aire, noción que no estaría lejos de la realidad.
          Todos estos factores muestran una combinación que da miedo. Y precisamente es el único fin que veo en esta producción; adelantarse a consecuencias que podrían pasar si la sociedad no comienza a darse cuenta de la importancia que tiene el cuidado de la naturaleza, ejemplo que muestra claro el Una vez.
          Personaje que amas y odias y que a lo largo (como largo no me refiero a extensión) de la trama te muestra todo lo que una persona puede lograr hacerle a la naturaleza, solo por avaricia: talar árboles y destruir completamente el habitad de otros seres vivos.
          Como es de esperarlo, en el final triunfa el bien y la tierra vuelve a ser como antes. Sería interesante saber si en la vida real, las personas también nos aferremos a una vez y logremos hacer que el planeta vuelva a ser como antes de que lo destruyéramos.

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