lunes, 17 de octubre de 2011

La estética de la formatividad y el concepto de interpretación por Mario C. Álvarez Torres
La estética es un elemento fundamental en el arte y a su vez, complemento para el análisis de una cualquier obra a la que se refiera, ya que permite también justificar todo el sentido de la misma.
Para Pareyson la formatividad no es mas que la búsqueda que tiene la estética en la obra, puesto que, especifica que toda creación artística busca formar con lo cual se logra conceptualizar su intención puramente persuasiva e informativa con la cual el artista especula; sin embargo para Croce la forma nace ya como un cuerpo expresado, de una relación entre imagen y sonido, sin duda alguna difícil información para digerir.
La materia son aquellas realidades que chocan y se interfieren en el mundo de la producción artística, esto quiere decir que de alguna manera, el aspecto físico de la obra es el elemento menos importante de la práctica artística, ya que no podemos descartarlo de ninguna manera.
El texto nos habla de la metafísica de de la configuración que no es mas que la percepción artística basada en formas; de alguna manera, una profundización de alguna obra en general. Regresando a la estética, que esta hecha de actitudes personales, de tranformaciones del gusto, de adecuaciones de estilos y criterios formativos; análisis de las intenciones, descripción a las formas a las que dan lugar, constituyen entonces la condición esencial para llegar a conclusiones generales que describan las posibilidades de una experiencia que no puede definirse normativamente.
La teoría de la interpretación se refiere a la contemplación en movimiento de la escena artística, con la cual se ha checado bien la forma y la estética de la misma, descartando la idea de una manifestación artística estática; interpretar consiste en situarse en el punto de vista del creador, en recorrer de nuevo su labor hecha de intentos e interrogantes frente al material de recolección y selección de brotes.
El proceso de formación y la personalidad del formador coinciden en el tejido objetivo de la obra como estilo. El estilo es el modo de formar, personal, inimitable, característico; la huella recognoscible que la persona deja de si misma en la obra; y coincide con el modo en que se forma la obra.
La parte comunicativa de una manifestación artística es la estética, con la que la comprensión de la obra es la única vía de acceso al mundo histórico originario. Gramática y dialéctica son dos grandes acepciones que intervienen en el nacimiento de una obra artística.
El arte verifica su propia y radical negación el la separación mortal forma y contenido; por un proceso intelectual del arte se fija a uno de los polos de su intención empírica y empíricamente, así fijada, y por así decir, clavado, acepta y experimenta su propia muerte.
Formaggio sugiere que, a consecuencia de una transformación radical, se debe ratificar hoy también una muerte de las estéticas definitorias propuestas por la filosofía como intentos de superar el plano operativo de las poéticas. Dadas las poéticas, las definiciones generales del arte y el reconocimiento de la mutabilidad de toda definición general del arte, nos hallamos frente a tres universos de discursos, los tres posibles en un determinado periodo histórico, que tratan de determinar tres campos distintos de análisis y de operación. El problema principalmente es precisamente ver si uno excluye al otro, o bien si cada uno de ellos no implica precisamente el otro, y si cada uno de ellos tiene su propio campo de aplicación dentro del cual es legitimo y necesario. Aunque ninguno de los tres pueda pretender estar en posesión de la validez absoluta y metahistorica.
Las obras individuales y las poéticas se suceden y se oponen, es preciso saber determinar las nuevas configuraciones de una idea del arte en un nuevo periodo histórico, admitiendo la muerte de formas determinadas, y su renacer en formas nuevas, esta asunción dialéctica  sabe admitir también soluciones semejantes a lo que hemos mencionado, pero, en tal caso, no armoniza con la definición, por muy general que sea , en la que, sin embargo, se basa la idea de artisicidad que se configura a través de las treinta y deis tesis. O el nuevo fenómeno contradice la definición de acción que incorpora experiencias.
La estética de la formatividad y el concepto de interpretación
Por Itzel Rivas Blasquez
CC- 501

La doctrina crociana, no solamente pertenece a los grandes filósofos de la historia sino, a todos aquellos que son capaces de realizar una crítica literaria y artística en general.
De esta manera una investigación basada en este tipo de hechos tiene que basarse en la doctrina mencionada para que el estudio sea más profundo.
Por otro lado la estética de la formatividad, de Luigi Pareyson, también es representativa de manera importante e interesante, donde el autor asume  los resultados obtenidos después de un estudio basado en los de otros países contemporáneos, donde se aprovecha de manera impresionante cada una de las experiencias poéticas  obtenidas que no solo son criticas sino que también dejan un sinfín de perspectivas, indicaciones, experiencias artísticas vividas, es así como se le brinda al filosofo un material que será de gran ayuda para cualquier elaboración artística.
Pareyson dice que toda formación es una invención, un descubrimiento, entonces si los seres humanos somos capaces de realizar actividad tanto moral como de pensamiento y del arte, da lugar a formas, a creaciones, es decir, son formas producidas a raíz del trabajo y actividad humana .
Se entiende por materia del arte a todo aquello que se añade como una formación para estudiar otro aspecto fundamental de la doctrina que será estudiada, en esta parte del proceso no se puede ignorar el carácter físico, la materia por lo tanto pasaría a ser un obstáculo en el que se centra la actividad creadora de todo ser humano, que resuelve la necesidad del obstáculo, es decir, del problema que impide continuar con una investigación concreta en leyes de la obra.
Con estas definiciones ahora se puede explicar que para Pareyson esta doctrina ya antes mencionada consiste en haber referido al concepto de materia las realidades que chocan y difieren en el mundo de la producción artística.
Es muy importante tomar en cuenta que no solo la presencia de la actividad humana es una actividad formante sino que también es una actividad interpretativa, por eso es que un aspecto no puede separarse del otro, es decir, surge cierta unión que los crea dependiente por eso es que se convierte en actividad interpretativa.
Sin embargo debemos considerar que para la doctrina crociana no era posible la coincidencia entre la unidad de la obra y la multiplicidad de sus ejecuciones.
La metafísica representa un papel muy importante dentro del cuadro artístico del que se está hablando, frente a una dialéctica gnoseológica de interpretación, la función de la metafísica es intervenir de manera indispensable para cualificar la noción de brote; no es más que tener organización, virtud que se encarga de crear posiciones concretas, ya que no se limita la objetividad tampoco se interfiere de manera que el realismo se considerara de tipo clásico, únicamente se toma en cuenta la interpretativa del hombre.
Hablando de la teoría de la interpretación se puede resaltar que interpretar es contemplar el resultado de la interpretación, crear cierta empatía en el momento en el que te sitúas en el punto de vista del creador , de retomar todas las herramientas y el labor realizado,, hasta recabar dotes a través de varias interrogantes para llegar al punto en donde el artista puede adivinar, interpretar, es decir, entender lo que otros artistas ya habían postulado.
Se le considera estilo al proceso de crear, formar, a través de una personalidad con sentido objetivo. Por ende el estilo es, algo muy propio, una característica especial, personal, inimitable, que el artista o persona deja en la obra, y que por supuesto coincide con la formación y modo de la obra.
La estética de la formatividad y el concepto de interpretación

Por Ana Cruz

La experiencia croaciana es una ideología manejada por los filósofos, estudiosos del arte y artistas para estudiar a fondo  el concepto de formatividad en la ejecución en el arte. Su finalidad es tratar en el aspecto metafísico lo que se debe entender del arte, no solamente como un una expresión, sino como el proceso de formación de los artistas y el de las obras.

La formatividad va en caminada a ver y a contrastar la enseñanza del arte en una institución y en lo que se aprende del mundo exterior. Luigi Pareyson estudia este fenómeno y lo aborda en su obra “estética de la formatividad”, en ella recopila y analiza estudios que se han hecho al respecto y aporta a estos experiencias propias de sus investigaciones y sus resultados se verán a continuación.

Para Pareyson “la vida es una invención”, ya que todo lo que se ha hecho tiene una complejidad propia del ser humano. Por lo tanto la formación es una invención, de la cual se han dispuesto una serie de normas para su constitución.

La doctrina croaciana la definición de arte que aportan es de “intuición del sentimiento” porque es un elemento propio del individuo y no un mero conocimiento o un valor moralino, claro que no, va encaminada a ser una práctica formativa que conlleva desarrollar el valor artístico.
El “formar por formar” no quiere decir que solo se forma al futuro artista así como así, se tiene que asociar al artista con la obra en desarrollo, en otras palabras, identificar una obra por el estilo con su creador como la Mona Lisa con Da Vinci, por ejemplo.

No se puede dejar atrás el aspecto físico, para la corriente croaciana el arte es algo que es un proceso introspectivo que deja lo tangible o físico solamente en accesorio, en cambio Croce tenía la idea de que tanto la intuición y la expresión iban de la mano y es obvio que la intención de artista no es únicamente la intención que quiere, sino también el donde lo va expresar.
Y que el medio o materia no sea un obstáculo de cualquier regla o canon que se haya creado, es el canal que se necesita entre creador de una obra y un gustoso del arte y nada más.

Dentro de este marco de la formatividad, ha habido un concepto que ha generado una discusión entre filósofos, metafísico y en el propio de Pareyson es el de “forma formante”, porque para unos se está poniendo en primer plano el aspecto de la obra fisca y dejando a un lado la personalidad del artista (rompiendo la unión propuesta por Croce), aunque esta polémica resulte un poco enredada es sencillo, ya que se refiere como un brote de la esencia de la obra, ósea, son premisas coherentes que hacen que sean comprendidos por los receptores (público) al que va ir dirigido.  

Para entender el concepto de interpretación y sobre todo el de la formatividad de la estética se necesita de dos elementos indispensables: el dinamismo y el progresivo. Porque esta teoría de la interpretación ha tenido problemas con la lectura que se le da, Pareyson comienza con estudio sobre el concepto de ejecución que lo hace generalizado con todas las artes existentes, observar el comportamiento de cada uno y hacer una distinción entre las artes encaminadas a la escritura convencional o la estructura física.

A la perspectiva croaciana esta diferenciación no se le hace de lo más correcta y posible, Pareyson reconocía esta postura antinomia de la pluralidad de la cosas y Croce dice “el espíritu no interpreta ni ejecuta, porque, o crea nuevas obras o reevoca lo que ha creado”, se refiere a lo dicho por Pareyson de que hay diferente maneras de expresar algo y que son diferentes entre sí, porque no es lo mismo esculpir una figura que escribir sobre una idea.

Ya que se eligió el medio que el autor quiere expresar alguna emoción o idea, se pasa al proceso de interpretación de ella, que puede ser una infinidad de explicaciones, porque es cierto que la obra como su autor viven de las interpretaciones que se hacen. Al igual es cierto que ninguna apreciación que haya sea definitiva o aproximada a lo que en verdad se quiso decir, al haber una variedad de lecturas que se les da al producto artístico puede caer en sin número de contradicciones, que pueden ser validas, porque cada quien ve lo que entiende aunque sea positiva o negativa.

Finalmente, está completamente claro que existe una intima conexión entre la obra-autor y el crítico o espectador que le impacta la obra, ya que la obra es la reacción que acontece entre la gente y que la enriquece en su fama y en su mitificación, porque si no fuera así las obras de Da Vinci no serian lo que son o El Grito de Much no tendría en impacto que tiene, es por eso que de comentarios se magnifica el arte.

La estética de la formalidad y el concepto de la interpretación Definición del arte



Umberto Eco
Miguel Angel Mercado Crivelli

El arte es una definición muy compleja, que a abarcado a los  filósofos para lograr una verdadera definición y lograr entender cómo se conforman las cualidades de lo que se considera una obra de arte.
Una característica que conforma al arte es la estética, su conformación física y material de la  verdadera creación artística y  Pareyson da ocho puntos que conceden la estética del arte.

La formatividad:
Da un punto muy esencial de una obra de arte, la identificación, la esencia de una pieza que realiza un artista, como se logra trasmitir más que una idea en su creación. Se logra plasmar parte de su creador, dejando en cada poema, cuadro, escultura, etc. La firma no impresa de quien la hizo.
Cuando creamos algo y dejamos parte de nosotros, muestras de nuestra personalidad, de nuestro yo, estamos conformando algo único, una obra de arte.
La materia del arte:
En el arte deben existir leyes y formas, que son parte de su creación, donde lo tangible y comprobable debe ser necesario para la la consideración de arte. El estudio de estas leyes, puede hacer que se manipulen y trasformen, haciendo que se sigan respetando, aunque no sean de la misma manera.
La forma formante y el proceso formativo:
En la creación de un arte, es esencial la intención, recordar la causa y el efecto, no se puede crear, solo por decir- o quiero hace algo bonito y listo ya está- es necesario una intención, una razón por que trasmitir una idea, pensamiento, sentimiento, algo intimo al exterior, mediante  una obra de arte. Esta misma idea es parte de su formación y su identificación.

De la crítica a Croce a la teoría de la  interpretación:
Esta teoría puede causar mucha confusión, por lo grande invariada que puede ser la crítica y la definición de una obra de arte ya que hay muchos factores que logran intervenir en la interpretación de una creación artística, como de su sentido crítico que podemos aportar.
Los factores más importantes es el gusto, que es de lo más variado y casual que puede existir, no todos tenemos los mismos gustos, que dichos gustos pueden ser por cuestión de conocimientos, inculcados o de manera natural.
Para lograr entender el significado de una obra artística, es necesario el conocer también al creador de dicho trabajo. Para así darnos una idea de por qué se expresó de esa manera y saber que reglas lo rigen en su arte.

Gnoseología de la interpretación y metafísica de la figuración:
Es necesario darte forma a todo, es parte de la naturaleza que nos conforma como humanos, ya que todo tiene una intensión, hasta los más absurdo tiene un sentido lógico y  sobretodo coherente.
El creador de la obra de arte de la un sentido a su creación y las persona desarrollan un una habilidad o cualidad esencial como hombres, el de lograr interpretar y darle el sentido a la creación de otra persona, para convertir  en la parte de ellas mismas. Dar un propio sentido, porque no hay algo más desesperante que no lograr entender algo, lo que sea, por lo tanto, cuando se logra tener una interpretación de la obra de arte, se finaliza con ella, convirtiéndose en parte de uno. 

La teoría de la interpretación:
En la interpretación es un momento muy esencial para el que observa la obra de arte, porque afín logra encontrar el sentido en la creación de la persona que lo realizo. Saber cuáles son las causas que lo crearon hacer eso y con todos estos datos sentirnos partícipes del desarrollo de lo mismo que estamos viendo o escuchando.
Con todo este se logra tener un conocimiento de toda la creación en el arte, en lo que lo hiso único y lo identifica con su autor.
El estilo como modo de forma:
Es como antes se avía mencionado de darle su firma en la creación artística, darle el modo que desea del artista y con ello lograr trasmitir esencia de él.
Con todo esto se muestra que en cada obra de arte se encuentra vida, sentimientos y mentes de su creador, una gran parte de uno, que esa parte que se deja cuando sea crea es lo que la convierte en arte ya que la vuelve única, cualidad esencial de cualquier pieza de arte.

Permanencia de la obra e infinidad de las interpretaciones:
Nadie en este mundo tendrá la exacta interpretación de algo ya que hay infinidad de factores que intervienen, cuestiones desde lo sociales, físicas, psicológicas, ente tantas más que son parte de nuestra humanidad. Para alguien algo que una mayoría considera feo, le parecerá hermoso, además, es muy ambiguo los calificativos feo, o bonito.
Siempre abra contradicciones en las interpretaciones de la sociedad con una obra de arte, porque simplemente somos  diferentes, es naturaleza y por lo tanto, tendremos diferente apreciación por todo lo que nos rodea en nuestro mundo.


domingo, 16 de octubre de 2011

Lorena Sn Martin

El arte se crea y se trasforma, pero no se destruye
Lorena Sn Martin


La supuesta muerte del arte representaba un hecho establecido, pero ahora se plantea como una insistencia en diferentes trabajos críticos y que más adelante plantearan criterios por demás especulativos pero muy interesantes y sobre todo, con un fundamento de causa, referente a la simple evolución del arte.
Fin no precisamente es el termino de muerte, mas de resolución. Afirma Formaggio que ya se había concebido negativa y reducidamente la noción hegeliana al decir de la muerte del arte como tal, no se contemplaba fuerza dialéctica que puede tener.
También nos habla del filósofo alemán Hegel y en sus textos, hace un análisis meticuloso y sutil.
El que el arte haya sido impulsado por el lado sensitivo de una mente meramente humana obedece a que nos propone la genial idea de empezar con los modos de vida, esto es, transformarlos a cero y a partir de ahí crear nuevas procesos tano en poesía como en pintura y música.
Hoy todos verificamos el arte por nuestra propia mano, corre por nuestra cuenta. Tiene que ver con la liberación. De esta manera entendemos que Formagio toma de Hegel una metodología que justifique la connotación o sentido que se le da a muerte, que se le da un tratamiento de lo positivo.
Así, la negación sobre la negación cambia la dirección del camino y abre las bases de una oposición que saldrá a la luz más tarde.
Los niveles de experiencia artística van desde la reflexión interior del arte, o sea lo que consideramos como tal, hasta un una crítica de los contenidos artísticos.
Dicho autor se da a la tarea de criticar trabajos establecidos de otros más, como Pareyson. Encuentra en su análisis ciertas limitaciones para poder aterrizar en formulaciones. Es por esto que se le da una definición general al arte, en un sentido más divagado y no profundo, no profesional y formal.
Para Formagio fue de suma y tota relevancia plantar una definición última y acertada al arte respetando, pues, los elementos que ocupaba resaltar, utilizando una dialéctica de la razón. “Un plano de las determinaciones conceptuales al plano ideal”.
Por otra parte, se objeta las definiciones que se le dio a l arte. Y señala que puede aplicarse a cualquier área similar. Así también, se opone de manera considerable a la posibilidad de nombrar o definir al arte con una filosofía general.
Para conceptualizar  el arte ocupamos hacer un estudio preliminar de análisis, critica, conceptualización e interpretación de experiencias concreta.
Todas las polémicas formas y caracterización para definir el término, son posibles gracias a que se convierten en comerciables, mas fue necesaria la oportuna investigación de los antecedentes existentes en materia de institucionalizar o proponer el nombre al término, basado en la cultura occidental.
Es preciso señalar que fue uno de los primeros en generar una dialéctica que va más allá de la historia. Mientras que Pareyson solidifica el carácter histórico y de todo tipo de discurso hablado.
Por otro lado tenemos a la dialéctica como  opción metodológica, lo que no significa sustituir a los fenómenos completos sino que se refiere a una suerte de fenómeno que asume una función de guía; un cambio parcial o total.
De las contrariedades en los fenómenos se llega a conflictos. Sólo se queda en los choques de los valores críticos. Las obras, tanto individuales como poéticas, son consecutivas y se ‘enfrentan’. 
Las actividades que conocemos como artísticas, no lo son como tal. Las asociamos a presencia, escena, hacer y manipular. Mas ahora sabemos que estamos en un error. Se trata de algo no verificable empíricamente.
Las objeciones derivadas de la tesis de Formagio demostrarían la posibilidad de dar una definición general de arte. Debería haber unión entre las partes que conforman el proceso, para que no se muestren ajenas entre sí De igual forma, se podría generar una nueva hipótesis a partir de la convivencia de nuestros ante pasados.
La concepción de que el arte podría morir o solo transformarse, el arte as arte por sí misma y ya.

Sobre cómo complicarse la vida

La estética de la formatividad y el concepto de interpretación:
Sobre cómo complicarse la vida
Por kSt

Si al inicio, las lecturas sobre el arte parecían complicadas, ésta arrasa a las demás y toma la delantera en cuestiones complejas que, para este nivel, se supone se debería dominar, pero será el cansancio, la pesadez de exámenes o el acumulamiento de actividades y tareas, lo que ha vuelto más complicada esta lectura.

Desmenuzando –o tratando de entenderla- el lector se llegará a topar con los términos de disertación estética, resolución de problemas metafísicos o iluminación de fenómenos artísticos. ¿Y con qué degustarlos? Pues en primera instancia con el arte. Claro está, problemas que van de lo experimentado a lo conceptualizado, es decir, de las obras de artes vistas hasta llevar esas imágenes a la mente y comenzar a elaborar un juicio crítico respecto a ellas.

Los parámetros de tal juicio son los que se discuten. Se equiparan con otras obras antes vistas, se analizan o medio analizan, y se llega al encasillamiento de las obras en buenas o malas, grave error, pues son de por sí amorales; en el peor de los casos se enjuician como desperdicio que no debe ser reconocido. Cierto, y habrá que dar algo de razón, pues muchos artistas o pseudo-artistas se encargan de mostrar productos de calidad baja.

Es el punto de cruce, ¿quién determina la baja calidad? Pues sólo la persona que lo crea, reconociendo que no es precisamente lo que deseaba hacer. Aquí entra un tema que se desarrolló anteriormente: la producción artística, como elaboración en serie. La lectura le retoma como una concepción del arte como hacer. Y se esclareció que no es el objetivo hacer para vender, aunque haya quienes utilicen este recurso; y mucho en la actualidad.

Sobre el segundo término de la resolución de problemas metafísicos del arte, en donde una buena parte de la lectura se comienza a centrar, queda como preámbulo a un límite. Entablar al arte con la filosofía es la máxima de complicaciones a los cuales el hombre se somete. Sí, es real la existencia de aquella necesidad humana de dar razón de todas las cosas que acontecen a su alrededor, pero existe un límite natural en el ser humano y es la trascendencia, pues no puede romper sus límites espacio-temporales. Le impide salir del planeta, regresar o adelantar el tiempo, estar en varios lugares a la vez o transportarse más rápido que el sonido, ni pensar en la luz.

Estos límites reflejan algo al hombre, las bellas artes escapan de sus concepciones y aseveraciones filosóficas. Nada impide preguntarse sobre el origen, la esencia o el desarrollo del arte, pero se tendrá que enfrentar con lo natural y propio del arte: es una expresión del espíritu; y por tanto está más allá de concepciones filosóficas, pues éstas sólo se dan a través del proceso de razonamiento.

Posteriormente nos queda otro término primero, los fenómenos artísticos, y así la lectura –o más bien el autor- se encuadra en el tema de la fenomenología del arte. Conocer al arte a través de los fenómenos que presenta, no sólo lo plasmado, sino el proceso, las interacciones, las experiencias concretas. Todo un cúmulo de información para generar parámetros de identificación artísticas; nuevamente encajonar al arte.

En general se habla de formatividad del arte, como estilo; de materia del arte, como aquello de carácter físico; del proceso y de la interpretación. Se habla de todo y nada a la vez, porque no se concretiza en nada el estudio, al menos en algo entendible por la mayoría.

Por eso, al formular la conclusión se puede visualizar como una imagen de película, donde los universitarios discuten un tema y sacan sus conclusiones; poniendo ahora sólo una pregunta.

Se levanta la sesión. Los miembros de la academia comienzan a salir uno a uno y en absoluto silencio, mientras meditan la disertación antes realizada. Todos con varios opúsculos que habían tomado de la biblioteca, antes de llegar al foro de discusiones. El maestre les recomienda seguir reflexionando las conclusiones inconclusas -paradójico-. Ante la majestuosidad del gran salón, rodeados de las grandiosas obras de artistas del siglo XVI, exaltadores del humanismo, propulsores del Renacimiento; los escolapios quedaron encallados en una pregunta: ¿el arte se estudia o se disfruta?

Más de cinco siglos hablando sobre la belleza, la estética y la técnica; otros quince para desarrollar las reglas y categorizar el quehacer artístico; y tres siglos más para discutir su validez universal o su inoperatividad actual. Y aún no existe una respuesta; ni la habrá. No es algo negativo, sino una actitud ante la vida, preguntarse es provechoso, y disfrutar lo encontrado es placentero; por eso en el arte se necesita disfrutar lo que se pregunta, pues la respuesta no se alcanzará; al menos por ahora.

Elaborado por: José Manuel Castelán Lunagómez. CC501

La estética de la formatividady el concepto de interpretación



Por Lolita Cuevas-Avendaño

Si de analizar la teoría de la formatividad de Pareyson se trata, basta con aseverar que opone un concepto de arte como forma a la solución idealista del arte como visión.
En este sentido, el término forma significa organismo, formación del carácter físico, pleno de una vida autónoma, calibrada en armonía y con leyes propias. Y al concepto de expresión se le opone el de producción, entiéndase como acción formante.
Al concebirse la formación como un acto de invención, se afirma el carácter artístico de toda creación del hombre. Definido el arte como institución del pensamiento, por la filosofía idealista de Croce, se afirma que no era moral ni era conocimiento, si no que Pereyson parte de un concepto personalista de unitotalidad.
El punto distintivo del arte de las demás iniciativas personales es el hecho de que en él todas las actividades del individuo se dirigen a una intención de formar. Según esto, en el arte la persona únicamente forma para formar y “piensa y actúa para formar y poder formar”.
Cabe resaltar que “formar por formar” no significa formar la nada. Ello no implica que la persona del creador, del artista se parte inherente de la narración, es más bien que la persona se considera parte de la obra en calidad de estilo, o sea, en el modo de formar.
Para Croce, no existe una imagen diferente del sonido o del color que puede expresarla, esto es, para él la imagen nace con el cuerpo hecho, expresado, formado. A su vez, Pereyson dic que la producción estética y artística consistirá en un intento, un proceder, un actuar a través de propuestas y esbozos de la materia, como un cielo elocuente, con trazos no puramente definidos, no así bien delimitados.
Lo anterior se desprende de un aspecto sobresaliente y representativo de la doctrina estética establecida por Pareyson. El artista procede a través de intentos, pero sus intentos están guiados por la obra tal como habrá de ser. De aquí se puede asegurar, que se trata de un previo establecimiento. Por lo tanto, el intentar implica y dispone de un criterio, indefinible pero sí sólido, donde el pensamiento da la solución, es decir, la intuición de la forma misma.
Un problema más: definir ‘forma formante’ atribuida a la estética de Pareyson como graves problemas filosóficos. La metafísica de la figuración puede ser considerada como el concepto de la obra, en este punto la metafísica de la figuración parece equilibrada por el carácter personalista del pensamiento de Pareyson.
La contemplación de lo estético no es más que una consideración activa que vuelve a hacer al proceso que dio origen a la forma. La obra se nos proporciona como una narración definida de lo que se trató tu hacer. La forma es memoria actual y revocación permanente, siempre al margen de nuestros pensamientos y recuerdos, del movimiento de producción que la vio nacer.
Dinámicamente, la obra se puede ofrecer como modelo que inaugure una genealogía del estilo puro. De esta forma se justifica el valor de operación en las escuelas, de los ejercicios de imitación, de las mismas preceptivas. A su vez, la representación dinámica dela obra es capaz de explicar los ejercicios de critica comprada , histórica y filológica.
Por donde se le mire, el supuesto dinámico y progresivo resulta en importancia en punto donde se plantea el concepto de interpretación. EL problema de una lectura de tal o cual obra de refiere al juicio crítico o al asentamiento del individuo que obedece más bien a intereses y afinidad con el material leído u admirado.
Pareyson se dio a la tarea de examinar la opiniones externadas por parte de Croce aplicadas ala ejecución teatral y musical. Esta última se presentaba como una reevocación que transcurriría por los senderos de una investigación filológica encaminada al otorgamiento de la obra como el único rostro posible.
 Es válido preguntarse ‘¿Qué es el arte?’. Pero de ahí a cuestionar su origen o tratar siquiera de dar una definición absoluta, aproximada, sería como preguntarle a la metafísica ‘¿Qué es el mundo?’.

domingo, 2 de octubre de 2011

Las Artes en la Sociedad de Masas: Mario Alberto Landa Aguilera




El tema que se aborda primeramente es de carácter sociológico y a su vez  visto claramente desde el punto de vista estético, esto ya que la estética pregunta que es el arte no como se relaciona el arte en la sociedad, el arte  no es primamente un hecho. Que es como lo toma la sociología estudiándolo a si con toda legitimidad y justificación, el arte es primariamente un valor.
La estética pertenece a la esfera de los juicios de valor que estos a su vez son los que establecen una estimación afirmativa o negativa acerca de una cosa u objeto el cual pertenezca a  algún tipo de arte y del surgirá dicha apreciación sobre lo que se está percibiendo, según convenga el caso.
La sociología en su contexto  pretende estudiar este tipo de juicios en el medio social que se desenvuelve  pero esta no puede hacer que los individuos se pregunten ese tipo de preguntas que por naturaleza se hace cuando uno aprecia el arte.
La palabra que puede ser empleada por la sociología para este evento es la “influencia “ pero este término  es falso ya que esta palabra proviene directamente de la astrología. El arte se desenvuelve en la sociología donde la sociología en su totalidad y el arte es solo un ingrediente y es una manifestación del espíritu.
Para una sociedad hay un arte pero tal arte existe una sociedad, el arte es evolutivo ya que si la sociedad cambia también el arte lo hará esto explica que; a mayor cambio mejor será el arte ya que todas esta es un recopilatorio de artes pasados.
Cuando se habla de una sociedad de masas el arte está expuesto al fenómeno de la tipicidad ¿Qué es la tipicidad? La tipicidad es claramente un “fenómeno nuevo que surge espontáneamente después del gran desarrollo industrial de Europa, la tipicidad “es toda conducta que conlleva una acción u omisión que se ajusta a los presupuestos detalladamente establecidos como delito o falta dentro de un cuerpo legal. Esto quiere decir que, para que una conducta sea típica, debe constar específica y detalladamente como delito o falta dentro de un código.
Tipicidad es la adecuación del acto humano voluntario ejecutado por el sujeto a la figura descrita por la ley como delito. Es la adecuación, el encaje, la subsunción del acto humano voluntario al tipo penal. Si se adecua es indicio de que es delito. Si la adecuación no es completa no hay delito.”

En la sociedad de masas todo resulta ser una abstracción en donde lo  único real es el individuo por ser un ente tipológico no puede ser definido si no simplemente descripto y es asi como le podemos mencionar con el nombre de Hombre – Masa este es construido en serie ya que pertenece a una sociedad de masas fabril.