lunes, 17 de octubre de 2011

La estética de la formatividad y el concepto de interpretación por Mario C. Álvarez Torres
La estética es un elemento fundamental en el arte y a su vez, complemento para el análisis de una cualquier obra a la que se refiera, ya que permite también justificar todo el sentido de la misma.
Para Pareyson la formatividad no es mas que la búsqueda que tiene la estética en la obra, puesto que, especifica que toda creación artística busca formar con lo cual se logra conceptualizar su intención puramente persuasiva e informativa con la cual el artista especula; sin embargo para Croce la forma nace ya como un cuerpo expresado, de una relación entre imagen y sonido, sin duda alguna difícil información para digerir.
La materia son aquellas realidades que chocan y se interfieren en el mundo de la producción artística, esto quiere decir que de alguna manera, el aspecto físico de la obra es el elemento menos importante de la práctica artística, ya que no podemos descartarlo de ninguna manera.
El texto nos habla de la metafísica de de la configuración que no es mas que la percepción artística basada en formas; de alguna manera, una profundización de alguna obra en general. Regresando a la estética, que esta hecha de actitudes personales, de tranformaciones del gusto, de adecuaciones de estilos y criterios formativos; análisis de las intenciones, descripción a las formas a las que dan lugar, constituyen entonces la condición esencial para llegar a conclusiones generales que describan las posibilidades de una experiencia que no puede definirse normativamente.
La teoría de la interpretación se refiere a la contemplación en movimiento de la escena artística, con la cual se ha checado bien la forma y la estética de la misma, descartando la idea de una manifestación artística estática; interpretar consiste en situarse en el punto de vista del creador, en recorrer de nuevo su labor hecha de intentos e interrogantes frente al material de recolección y selección de brotes.
El proceso de formación y la personalidad del formador coinciden en el tejido objetivo de la obra como estilo. El estilo es el modo de formar, personal, inimitable, característico; la huella recognoscible que la persona deja de si misma en la obra; y coincide con el modo en que se forma la obra.
La parte comunicativa de una manifestación artística es la estética, con la que la comprensión de la obra es la única vía de acceso al mundo histórico originario. Gramática y dialéctica son dos grandes acepciones que intervienen en el nacimiento de una obra artística.
El arte verifica su propia y radical negación el la separación mortal forma y contenido; por un proceso intelectual del arte se fija a uno de los polos de su intención empírica y empíricamente, así fijada, y por así decir, clavado, acepta y experimenta su propia muerte.
Formaggio sugiere que, a consecuencia de una transformación radical, se debe ratificar hoy también una muerte de las estéticas definitorias propuestas por la filosofía como intentos de superar el plano operativo de las poéticas. Dadas las poéticas, las definiciones generales del arte y el reconocimiento de la mutabilidad de toda definición general del arte, nos hallamos frente a tres universos de discursos, los tres posibles en un determinado periodo histórico, que tratan de determinar tres campos distintos de análisis y de operación. El problema principalmente es precisamente ver si uno excluye al otro, o bien si cada uno de ellos no implica precisamente el otro, y si cada uno de ellos tiene su propio campo de aplicación dentro del cual es legitimo y necesario. Aunque ninguno de los tres pueda pretender estar en posesión de la validez absoluta y metahistorica.
Las obras individuales y las poéticas se suceden y se oponen, es preciso saber determinar las nuevas configuraciones de una idea del arte en un nuevo periodo histórico, admitiendo la muerte de formas determinadas, y su renacer en formas nuevas, esta asunción dialéctica  sabe admitir también soluciones semejantes a lo que hemos mencionado, pero, en tal caso, no armoniza con la definición, por muy general que sea , en la que, sin embargo, se basa la idea de artisicidad que se configura a través de las treinta y deis tesis. O el nuevo fenómeno contradice la definición de acción que incorpora experiencias.

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