Por Ana Cruz
Es increíble la recreación escénica
de esta peli, seré sincera este tipo de películas de época me encantan, porque
te trasladan a épocas alejadas del presente pero que sientes que estas en
ellas, siempre y cuando que este bien logrado este traslado gracias a la dirección
y a la dirección de arte.
Me encantó el argumento del
film, siento que es bueno que se cuente la historia bajo la perspectiva del “enemigo”
de Mozart que era supuestamente Salieri; esto rompe con la típica peli biográfica
en la que se cuenta al puro estilo de documental del biography channel la vida
de una persona, además le da un toque más dinámico a la trama.
Lo que me gusta de un film
siempre es la música, es lo que en muchas ocasiones salva o consagra a un
trabajo fílmico, este caso lo glorifica, poner las canciones de Mozart o de
Salieri en las escenas adecuadas le da
un toque de realismo a la trama, aunque sea meramente ficticia; pero la música es fantástica y soberbia,
viniendo de uno de los grandes de la música en general como lo es Mozart, que
ha sido un parte aguas para todas la corrientes de la música como representante
del neoclasismo, influencia directa para el romanticismo y para los
representantes de esta última como Beethoven, Chopin, Liszt, entre otros e
incluso para géneros modernos como el rock.
Yo veo la vida de Mozart, al
menos como lo representa la peli, como la de un rockstar, que vivió en el
desenfreno y lleno de deudas, al puro estilo de Jim Morrison o de Jimi Hendrix;
y murió joven, lo que hizo que se volviera en un grande e inmortal artista, aquí
si se aplica la frase que hiciera eterna James Dean en años posteriores:
“Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver”.
Considero que el arte de
este film fue excelente, la dirección de Milos Forman es estupenda y que es una
historia fascinante, y que atrapa al espectador que le guste las pelis de época
y a los que no, los entretiene e ilustra, pero en si es una maravillosa película.
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