viernes, 11 de mayo de 2012

Antes y después con Peter


 Flor Romero 

Cuando somos niños soñamos con una cantidad enorme de profesiones, que si queremos ser bomberos, enfermeras, doctores, en fin, decimos tantas cosas que hasta nuestros padres sueltan carcajadas, pero es cuando verdaderamente tenemos la profesión que lo defendemos con uñas y dientes y mostramos el talento que se tiene. Tal es el caso del famosísimo guionista, productor y director Peter Jackson, quien desde muy pequeño defendió su ideal de convertirse en uno de los mejores en su género.  
Tuvimos la oportunidad de ver uno de los primeros filmes, que dirigió y hasta en el cual participo Jackson, uno denominado de un corte chusco y “terrorífico” del cual a esta nueva generación por supuesto ya no hiso temblar de miedo si no todo lo contrario las risas eran inevitables en casi todo el filme que pudimos ver.
Respetable claro hay que decirlo son todos y cada uno de los efectos que pueden ser observados, los cuales incluso hasta muchos reconocimos que nunca nos hubiera pasado por la cabeza utilizar de esa manera muchos de los objetos utilizados para hacer la representación de la sangre, cuando los extraterrestres eran golpeados se veía  asqueroso pero asombroso para la época la manera en que los sesos saltaban a los anteojos del mismísimo Peter. Aunque la actuación era lo que no permitía tampoco tener miedo, si no todo lo contrario.
Algo sorprendente es que en todo momento que veía efectos difíciles, inmediatamente me ponía a pensar en que podría haber hecho en aquellos tiempos para lograrlo, uno de ellos fue el del hombre que regresa el vomito no una, si no muchas veces, me imaginaba que tragaba el liquido verde y se hacían cortes en todo momento para llegar a hacer una continuación, pues como era posible que le cupiera tanto. Lo increíble fue ver que en realidad era una máscara con un embudo, lo increíble aquí fue la genialidad para la toma, la cual permitió hacer la volar la imaginación.
Y el truco rescatable que actualmente se sigue utilizando es definitivamente cuando la casa sale volando, la escena es perfecta si nuevamente consideramos los años en los que se realizo. Recordemos que se le ocurrió hacer tres casas en maqueta, el chiste obvio era hacerlas exactamente a semejanza de la verdadera, un problema en mi caso fue el idioma, pero afortunadamente la trama y las tomas permitían que esta se entendiera incluso hasta sin tener la necesidad de escuchas cada uno de los diálogos.
Picadillo comparado con la magnífica obra de El señor de los anillos nos da una pauta para entender el proceso por el cual muchos de los directores deben pasar para cada vez mejorar productos de mejor calidad y que merezcan los premios más destacados de este ámbito artístico.  

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