martes, 6 de marzo de 2012

Cómo nace...

Desde la cuna

Por Kst

Nuevamente una película que habla de Estados Unidos, bueno, no tan nuevamente, pues fue uno de los primeros largometrajes en tener una historia completa, desarrollada a lo largo de varias escenas con una secuencia lógica. Es además de la época (por obvias razones) del cine mudo; aquél cine que se hacia acompañar de una Orquesta en vivo para poder seguir la trama del filme.

Es muy raro, como sucedió con la película El Artista, encontrarse y estar frente a una producción de cine mudo, pues el avance tecnológico actual, no permite situarse en ese ambiente; es decir, se hace difícil imaginar que las películas eran narradas sólo con banda sonora y no con sonidos naturales, como la voz, o ruidos que ambientaban, como el correr de un río, o el estallido de los disparos.

Esto es, por ejemplo, lo que se extraña en esta película. Ver las escenas de guerra te llevan a querer observar un sinfín de disparos, bombas, correr de caballos, trotes y gritos, botas corriendo, relinchidos y sablazos, etcétera; sin embargo, sólo oyes una pieza musical, o una marcha usada para guerra, como la Marsellesa.

Otra cosa que vas a extrañar es la voz de los personajes, que sólo te muestran gestos y maniobras, tratando de mostrar el enfado o la alegría que sienten al interactuar con otros actores, o personajes de la trama; ya de por sí algo muy difícil, pues tienen que ser muy expresivos para lograr envolverte en ese clima de sentimientos y emociones, propios de las interpretaciones que realizan.

La voz, el ruido o sonido de la naturaleza, o de artefactos creados por el hombre, hace ver al cine como algo anticuado, y lo es, sin embargo no se debe restar el valor que poseen estos filmes, pues son los pioneros, los experimentos, los orígenes que permitieron que el cine fuera tal y como hoy lo conocemos, por eso estas películas, o al menos esta producción, se lleva el reconocimiento de quienes saben un poco lo costoso que sale el realizar una película así.

Otro tema es, precisamente, el tópico que trata la película, es decir, la guerra civil en Estados Unidos de Norteamérica, que ni tan unidos, al menos es lo que refleja la película. En lo personal no estoy muy en acuerdo de que el mayor productor de películas sea EEUU, aunque sí reconozco la labor que tienen en cuanto a la valoración de las producciones, aunque muchas veces se desvirtúen buscando el beneficio económico, más que el artístico.

Sería muy interesante el observar cómo se da el desarrollo del cine en países como Israel, China, Rusia, Japón, India, Camerún, Sudáfrica, Perú, Colombia, Venezuela, etcétera; aquellos lugares donde no se escucha en sobremanera la producción norteamericana, y que, sin embargo, tienen en sí mismos las capacidades de crear sus propios productos.

Desde mi perspectiva es necesario virar los ojos hacia otros puntos, no quedarnos con las anteojeras para mirar sólo hacia un punto, que si bien, deslumbra en cierto momento por la grandeza y publicidad de sus producciones, bien no es el único productor, ni el único capaz de realizar obras de arte en sus películas.

Este punto parte de la premisa de pensar que sólo EEUU produce cine, y cine de calidad; totalmente falsa. Lo que sí no podremos negarle es el empeño que muchos productores y, más bien, directores, han tenido por mostrar sus productos, y darle un realce a lo que es el cine; es decir, el empeño por mejorar un sueño de algunos que se convirtió en el sueño de todos.

Por José Manuel Castelán Lunagómez

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