sábado, 17 de marzo de 2012

El Halcón Maltez

Cine Negro... algo quemado
Por Manuel Castelán

Una buena película no necesariamente debe ser con las grandes producciones que se tienen en la actualidad, debe estar compuesta por múltiples elementos que permitan clasificarla como buena; y esto, claro está, será algo meramente subjetivo. Sin embargo, se puede notar que muchas personas se dejan llevar por criterios basados en efectos visuales, actores conocidos y tramas comunes, fáciles de digerir; así, cuando observan una película con un desarrollo algo complejo, que visualmente no pareciera atractiva y que incluso no tiene escenas espectaculares, la crítica les es desfavorable y se le da valor mínimo. ¡Qué lástima que se esté cerrado a la experiencia de múltiples propuestas! Es como tener un vaso vacío, pero tapado, jamás se podrá llenar, ni entrar algo para que tenga valor.
Esta película, según los comentarios de críticos anteriores, se puede colocar como la mejor en su género, al menos sería una puerta de entrada a otras producciones que, de una u otra manera, se valdrían de su prestigio para poder realzar este género. Y es que en el contexto en que se generó la película, da para una valoración más allá de lo fílmico, donde cabe lo económico, que para tal momento, no se estaba muy bien.
Es decir, la crisis mundial de esa época provoca también un efecto en el juicio de los individuos, se comienzan a plantear problemas de existencia, de hecho, filosóficamente se habla de las corrientes existencialistas y algunas pesimistas, donde se parte de dos premisas: la valoración del hombre o el porqué de su existir; y la ferocidad del ser humano, o la idea de lo cruel que puede ser vivir.
De una u otra manera, esto se refleja en el filme; por un lado se desarrolla una trama cruda, donde un individuo mantiene una postura fría, que se vale sólo de su razón, de sus intereses personales y que cuando llega al punto de confrontación con sus sentimientos, con lo íntimo, se aferra a normas pre-establecidas que para el caso le dan seguridad, no tanto por mostrar su esencia, sino por defenderse de darla a conocer, de ocultar lo que siente, pues si lo muestra, se observará lo débil que es.
Puede ser que a eso se deba su éxito, a la confrontación que existía en la época y donde no sólo se buscaba no mostrar lo íntimo, sino que se tenía la intención de mostrar una seguridad basada en normas para el momento insuficientes, donde lo valioso se le deja a lo que podrá dar seguridad: el dinero, y como el contexto es de crisis, ese será el criterio, entre más dinero, mayor poder adquisitivo, que dará una imagen de seguridad, de hombres y mujeres de mundo, capaces por sí mismas; pero a la vez llenos de máscaras que sólo ocultan la debilidad que en realidad poseen y que si es descubierta, otros podrán valerse de ello para desprestigiarlos, para hundirlos.
El Halcón Maltez es una película de mucho contenido, que refleja lo trascendental del cine, no importa tanto la forma (que para su tiempo es una acertada producción) sino el fondo; pero eso sí, el fondo tendrá mayor impacto en tanto la forma sea la más adecuada. Personalmente no podré decir que sea mi película favorita, pero si entrará en la clasificación de las películas que valen la pena volver a ver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario