miércoles, 28 de marzo de 2012

...me los balearía a todos contra la pared, taka taka taka taka...


Por Sam García


Este cine mexicano recuerdo haberlo visto por última vez cuando tenía 10 años, con mi abuela los domingos en las mañanas por televisión abierta, pero nunca me volvía exponer a estas cintas, talvez por un prejuicio creado por la influencia del cine hollywoodense que siempre me ha permeado, pero sin duda es interesante verlo con calma y predisponiéndome a analizar lo que tiene de fondo y no tanto de forma.

En la tarde escuché a un compañero preguntar si “El rey del barrio” formaba parte del cine negro y otra contestó que si era de los 40`s sí lo era. Sin duda alguna se nota que no nos ha quedado muy claro el concepto de cine negro, que en realidad se le da a todas aquellas películas que hacen alusión a hechos delictivos dándole un papel de gran peso o protagónico al antihéroe.

Dada esa definición claro que “El rey del barrio” es parte del cine negro, no por la época, sino por ciertas características, que,  si bien el director Gilberto Martínez Solares y Tin Tan, abordan desde un claro estilo mexicano buscan representar al protagonista como un delincuente.

Es común en la cultura mexicana jugar con la autoridad, hacer mofa de ella, ser románticos pero rudos y ser alegres con la música.

En esta cinta de 1949 donde el delincuente se disfraza en una vecindad sin duda se aborda la falla de este líder de criminales con ese tinte pícaro que tanto nos distingue a los mexicanos, que conforme avanza la cinta busca asimilar a los gángsters americanos pero siempre fallando y humillando a la imagen del policía mexicano.

El lenguaje de la película es muy característico para la época en que fue filmada, pues los movimientos de cámara son limitados, los paneos, los travells son utilizados sólo cuando los personajes necesitan un movimiento muy marcado, como en el caso de la escena donde Tin Tan se escapa del policía al ocultarse en el coche afuera de la vecindad.

La toma secuencia cuando el policía se une a la banda es bastante plano, pero dada la escena es la que mejor se aplicaba, los encuadres suelen ser pocos, intercalados entre long shot y medium shot, si mal no recuerdo no hay close up’s.

La música en la película no sólo busca ser un ambientador, sino que forma parte de la cinta, tanto en el momento de darle clases a la “nena” hasta la ebria “serenata” que dan un extra a la trama.
Sin duda alguna Tin Tan marca un estilo para el cine mexicano de aquella época al mezclar la comedia pícara que se nota desde el título “El rey…” que es un juego de palabras entre que es el líder de los delincuentes y todos lo “respetan” y que las mujeres lo llaman “mi rey” con el doble sentido sexual característico del mexicano.

Una muy buena película, ahora que me detuve a verla con calma y con ojos más críticos es sin duda una joya del cine mexicano, tanto que está catalogada como la película 18 entre las 100 mejores películas mexicanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario