lunes, 12 de diciembre de 2011

Miguel Angel Mercado Crivelli                               

Los niveles de calidad: Kitsch arte y medios de masas

El buen arte

Cuántas veces hemos escuchado o incluso hemos dicho que hay arte bonita y otras feas. Quien pone ese tipo de clasificaciones, o cual es la autoridad que pude juzgar de ese tipo de manera al esfuerzo y talento de los demás.

La sociedad marca mucho este tipo de aspectos donde se clasifica en bueno, regular, malo y también una que es de mi desagrado equis. Todo esto para simplificar al arte y no buscar comprender o disfrutar esta expresión.

Con respecto a todo esto de decidir que es buen arte y que simplemente es algo más del montón es totalmente subjetivo, pero bueno la subjetividad es parte del arte, como podemos darle una calificación a un trabajo artístico, si el arte es una expresión de la humanidad, desde el arte clásico como de lo contemporáneo es parte de una manifestación celestial para poder trasformar algo común en una pieza única y majestuosa, claro dependiendo el criterio de cada quien.

Pero que sucede si ese criterio que nos hace humanos únicos se globaliza, se pierde la habilidad de poder apreciar al arte y nos convertimos en una, como dice la expresión “borregada” incapaz de poder dar su propio criterio a cualquier cosa que se le presente. Es una era de robots con una sola orden, que sin importar nada tienen que realizarla “ser consumistas del sistema”

Entonces es cuando un artista pude dejar de producir arte, para enfocarse a otro tipo de actividad, una que se podría considerar como su antagónico lo kitsch y ¿qué es eso? Es lo totalmente comercial, es saber qué es lo que desea la sociedad y se lo daremos, un tema muy habitual, que sucede en todas las expresiones artísticas, simplemente hay que escuchar los comentarios de músicos independientes que cuando le hablas de qué opina de lo que se escucha en las estaciones de radio, celulares e internet, te dirán que solo es música comercial sin ningún sentido que se han sometido en el sistema del capitalismo  solo para estar cómodos en su mansión junto a sus chicas sexys en la tina.

Entonces lo kitsch es la causa que el arte se trasforme, ya que como el juego entre el hombre y el diablo, el kitsch es la tentación del arte, que te ofrece todo lo que quieres, fama, fortuna, todos tus caprichos hechos realidad, a cambio del alma de tu arte, lo que la hace única.  Esto es demasiado tentador  para muchos y hay que ser sinceros, ya muchos han caído y lo seguirán.

Lo kitsch  ha globalizado al arte de manera negativa, según del lado de vista artístico, pero si nos vamos de parte de los publicistas y mercado logos es una verdadera joya del consumo en masas. Pero esto también nos deja de cierta manera algo positiva, que el arte ahora destaca más. En un proceso básico de adaptación del ser humano, busca parecerse a la sociedad, ser uno de ellos y así conformar parte de este panal de consumistas, pero en este proceso algunos se desesperan y buscan encontrar su parte única esta gran colmena de entes iguales y aquellos que lo logran pueden convertir algo simple en una verdadera pieza de arte, irrepetible, única y porque no, especial.


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