martes, 14 de febrero de 2012

Asesinos y El Cine


POR ANA CRUZ
Mientras que en México se vivía el final de la época de oro del cine mexicano y en Europa se recuperaba de la catastrófica Segunda Guerra Mundial y se dividía en dos bloques: el capitalista y el comunista; en Estados Unidos se vivía o más bien nacía un nuevo género que para unos era polémico y para otros un interesante modo de ver los estragos psicológicos que trajo consigo la guerra, el cine negro.

Este género es precedente y muestra de cómo lo criminal y suspenso se puede llevar a una cinta de 35 mm. Algunas de sus historias fueron llevadas a la pantalla de sucesos ficticios basados en la realidad o de hechos 100% por ciento verdaderos. Como es el caso de la Dalia Negra (Black Dhalia).

Es el apodo que se le dio a la aspirante a actriz Elizabeth Short, quien fue brutalmente asesinada en el lejano 1947, descuartizada y golpeada fue encontrada en un paraje solitario cerca de Beverly Hills, el misterio es más grande cuando hasta la fecha no se sabe que fue lo qué y quién provocó el violento hecho,  igual de misteriosa es la identidad de su asesino como de otros asesinos de la historia, como el famoso Jack el destripador o el asesino del zodiaco, de los cuales se han hecho películas.

Tanto fue el impacto de este cruel asesinato que se han hecho películas quizá para hacer hipótesis del posible móvil e indicios del asesino con un toque de trama policiaca o de investigaciones nunca antes reveladas sobre la muerte. Lo que es cierto es que este caso le dio mucha notoriedad al género del cine negro y muchos casos asesinatos de celebridades y de gente común se ha llevado al cine, como Hollywoodland, El Asesino de John Lennon y  A sangre Fría (del libro con el mismo nombre), entre otros.

Pero un poco más de veinte años después de estos hechos llegaría la revolución sexual, la música rock proliferaba, las drogas y una secta de tintes satánicos vendría a dimensionar uno de los actos más macabros que se haya generado a finales de la cambiante década de los 60´s, el cual da pie a otro género del cine más crudo que el cine negro y que de terror, el gore.

A finales de los 60´s, Charles Manson se consideraba como un nuevo profeta y creó una comuna compuesta por hombres y mujeres que bajo su control cometieron los más inimaginables crímenes.

Poderosas drogas, alcohol y una obsesión de Manson  por pasajes apocalípticos y al disco blanco de los Beatles, en específico de la canción Helter Skelter, perpetraron un crimen que volvería a poner de luto al mundo hollywoodense,  el asesinato de la actriz Sharon Tate, esposa del aclamado director Roman Polanski, de quien esperaba un hijo cuando fue asesinada junto con unos amigos.

Pero hecho como anteriormente dije, inauguró un de los más sangrientos géneros del cine, el gore, con la película The Manson´s Family de Jim Van Bebber, quien ya tenía un cierto reconocimiento por hacer cine de este tipo.
Pero gore es una categoría que se ha valido de la figura del asesino serial para generar una trama cruda y sin censura, como la saga de pesadilla de la calle del infierno o las dos partes de Hostal.

Pero es precisamente los personajes de asesinos seriales reales o ficticios siempre han generado una gran fascinación, atracción y culto, como son los caso de Ted Bundy, Andrei Chikatilo y Jeffrey Dahmer.

Dahmer, era el típico asesino atractivo que podía encantar a sus víctimas y llevarlas a su trampa mortal, el día que inspeccionaron su casa por quejas de los vecinos por fétidos olores que provenían de la casa de Jeffrey, descubrieron una terrorífica escena que superaba a cualquier película; cabezas en el refrigerador y restos humanos esparcidos por toda la sala era la tétrica decoración perfecta para un necrofilico y caníbal.

El asesino de Milwaukee, así fue apodado, de él se han hecho muchas películas y ha inspirado a otras como quizá para formar al personaje de Hanibal  Lecter o sirvió de inspiración junto con otros asesinos para crear la película de culto American Psycho.   

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