lunes, 13 de febrero de 2012

La invención de Hugo Cabret


Por Sam García

“¿Alguna vez te preguntaste donde surgen tus sueños? Ven, hecha un vistazo que aquí los fabricamos”

La invención de Hugo Cabret y para mí, la reinvención del uso del 3D por Martin Scorsese sin duda
alguna. En esta película basada en la novela que lleva el mismo nombre escrita por Brian Selznick e ilustrada por él mismo, nos ha dejado un gran deleite visual.

En la versión cinematográfica Scorsese muestra una gran utilización de las nuevas tecnologías que permiten una definición de la tercera dimensión mucho más detallada, no como en el caso de muchas otras películas que ocupan esta técnica con el fin de vender más entradas, algo que no siempre resulta bien ante la crítica.

Mientras muchos graban en un formato de 2D y luego pasan las cintas a 3D, Scorsese optó por grabar la cinta desde un inicio en este formato y por lo tanto se ve recompensado por los grandes efectos visuales que logra. La fotografía sin duda es muy detallada pero sólo lo necesario para no exagerar el 3D, el cual sin duda se ve tan perfecto en cada plano que logra dar una sensación de acercamiento a la película.

Pero bueno, más adelante elogiaremos el 3D, también tenemos que hablar de las brillantes actuaciones de Chloë Moretz quien sorprendiera tiempo atrás con su personaje Hit Girl en Kick Ass, con lo que ahora nos muestra una gran versatilidad en su capacidad actoral al interpretar a personaje tan contrastante. En el caso de Assa Butterfield a quien reconociéramos tras su destacado papel en El niño de la pijama de rayas, ahora interpreta el papel de un huérfano que tiene sólo una ilusión, encontrar algún mensaje de su fallecido padre, el cual él cree podrá encontrar en un autómata descompuesto que alguna vez intentó reparar con su padre.

La narrativa de la película es bastante ligera pero con la suficiente fuerza como para atraer cada vez más al público que comienza a pensar que sin duda es un filme para niños, pero con forme avanza la historia y nos encontramos con una figura representativa del cine las cosas cambian y esa película que decías es para niños se vuelve un “tengo que comprar esa película”.

El soundtrack que pareciese pasar desapercibido en realidad genera una atmosfera que logra integrarte aún más a la película, con el cual logras identificarte con alguno de los personajes, ya que no es sólo la música la que te envuelve sino también los sonidos que surgen en cada rincón de la estación de trenes o en las gélidas calles de Paris.

El amplio conocimiento y bagaje cultural de Scorsese se hacen presentes en cada toma, diálogo y secuencia, que con gran delicadeza nos muestra mucho con primeros planos y algunas panorámicas que son constantes en su filmografía, pero sin duda tuvo una gran astucia al poder combinar técnicas novedosas con imágenes antiguas que marcan un momento extremadamente melancólico  durante toda la película y más al enterarse de el personaje por el cual en realidad se da toda esta historia, George Méliès, algo remarcable es la evolución que tiene este personaje durante la cinta, recordando sus inicios y su más grandes momentos, así como el nacimiento del cine surrealista.

La película está cargada de belleza visual que aprovecha en todo momento la técnica de 3D sin llegar a saturar la pantalla, y luciendo la iluminación necesaria en cada punto de la trama, la cual no es obvia pero tampoco es tediosa, las risas y la acción están balanceadas creando las dos horas bastante agradables y no cansadas.

 Con todos estos elementos conjuntos esta nueva película logra posicionarse entre las favoritas de muchos y obteniendo un gran apoyo para lograr salir vencedora en la próxima entrega de los Oscar, además de ser una cinta que se remonta a los primeros años del séptimo arte, lo que logrará causar muchos momentos melancólicos entre muchos cinéfilos.

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