miércoles, 29 de febrero de 2012

Sera un Placer

Será un placer

Por el Caste

Entrar en la sala, tomar tu asiento, y ver actores ¡que no hablan! Vaya experiencia fuera de tiempo, como sacada de los anales cinematográficos. Acaso se equivocaron al poner el filme, de seguro es una broma, espera, seguro sólo es al inicio. Y pasado un rato, ya no te detienes a esperar a que cambien la película que, según tú, estaba equivocada. De repente te ves envuelto en una trama bastante común, pero a la que ya no se recurre.

Será nostalgia la que nos muestre el director a una época en la historia del cine; o será una competencia por el mejor tributo al cine del siglo pasado (comparándola con Hugo, de Scorsese); lo cierto es que esta película te adentra a las situaciones de antaño de una manera conmovedora.

Historia romántica, de trama fácilmente digerible, y que desde un punto, no pasa más allá de lo cotidiano: una historia simple, con reacciones previsibles y un final común; y que, sin necesidad de recurrir a tantas herramientas modernas, te lleva al cine de antaño, a las tramas sencillas, donde te trasladas a ese ambiente de los orígenes.

Es posible lograr un volver al pasado; sí, de eso se encarga este director, Michel Hazanavicius, y de dirigirnos por un mundo antiguo que pone en contraste nuestra actualidad. Ahora hay que destacar las actuaciones. Lo mismo que nos cuesta a los espectadores ver una película muda en pleno siglo XXI, lo mismo les habrá costado a los actores, realizarla; y no por el hecho de no hablar, pues es notable que hablen, sino que sus caracterizaciones deben de reflejar las emociones tan vivamente que hagan sentir a quienes las ven.

Este filme se llevó varios galardones en los premios de la Academia Cinematográfica en Estados Unidos, y se llevó los premios a Mejor Actor, Mejor Dirección y Mejor Película. Y aunque algunos estuvieron a disgusto con esta premiación, otros los criticaron sobremanera, lo cierto es que la película habla por sí sola (aunque parezca algo irónico); y me da pauta para hablar de un tópico en concreto.

Es cierto que muchos han realizado pequeñas interpretaciones de películas pasadas, no contando los remakes de muchas cintas, las cuales en muchas ocasiones, en lugar de mejorarlas, las denigran, pero ese es otro tema. Hablo de los tributos que el director coloca en su película haciendo escenas de filmes anteriores.

Es verdad que cuando realizamos algo nuevo, siempre, y esto no dependerá sólo de nosotros, sino de toda la sociedad, se harán referencias a otros autores, y así hasta una cadena casi imposible de rastrear, pero hasta qué punto es válido, al menos en una película, darse el lujo de realizar tributos, cuántos son válidos, o si no se volverá una película de escenas cortadas de otras.

Lo importante, creo, es el acomodo de las misma, el trato que el director le de a la trama, al guión y las aportaciones del mismo; al menos no abusar de los tributos, hasta convertirlo en un remake de otra películas, o en un collage de escenas entrecortadas. Es momento de reconocerle al director la creatividad al realizar esta película, como la creación de un producto que manifiesta una expresión artística (tal vez con fines lucrativos) pero que intenta dejar huella en las memorias de sus espectadores.

Sin duda alguna, si se tuviera un catálogo personal de películas a conversar, esta, el artista, estaría ahí; por la tremenda actuación del perro, y del protagonista que en la película sólo dijo dos palabras, que podemos traducir en “Sería un placer”, y sí, sería un placer el volver a estar frente a esta muestra actualizada, casi un siglo después, de lo que fue el cine mudo.

Jose Manuel Castelan Lunagomez

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