martes, 21 de febrero de 2012

J. Edgar

Su traje Señor… esto no es un club
 J. Edgar por Manuel El kSt


Indiscutiblemente un tema norteamericano que vuelve a poner en contraste la historia de una nación. El filme muestra a los anti-héroes del país, o los héroes sin súper poderes, dotados sólo de ingenio y sagacidad, que incluso van en contra de instituciones establecidas desde antes; esto es a lo que llaman el Cine Negro.

Sin embargo, está reflejando una perspectiva de una nación, en el caso, de EEUU; un país donde lo imprescindible es la imagen que reflejan sus instituciones. Es curioso observar que no se busca resaltar al gobierno, sino a sus instituciones, donde se quiere reflejar el sentir patriótico de una nación soberana y libre, con capacidad de proporcionar esto a los demás.

Una frase del diálogo del protagonista J. Edgar Hoover a sus nuevos agentes refleja la preponderancia del tema de la imagen institucional: “Su traje, señor… esto no es un club social”. En el fondo se encuentra esa necesidad de mostrar la inflexibilidad de las instituciones, de los valores arraigados en cada miembro de dicha nación; y a la vez muestran el conflicto de las elites de poder, sobre todo político, que intentan conservar el mandato de una nación.

Además de la necesidad de resaltar a su país, también se nos deja entrever la lucha que existía en la época, sobre todo en el ámbito de desprestigiar a las instituciones, y donde cada agencia buscaba mostrar un rostro que impactara a la sociedad y la tuviera tranquila y sin cuestionarse sobre su gobierno.

Es decir, la preponderancia de mostrar una imagen política adecuada, que vaya acorde a lo que va exigiendo la sociedad, y los valores que se adhieren al preocuparse por realzar el nombre de la nación. Así, donde se creían ver héroes, se descubre que la realidad no es tan fácil, pues existe corrupción, deslealtad, traición. Por eso era necesario seleccionar muy bien al personal.

En otro ámbito, la filmación resulta se entretenida, claro, con el interés necesario para profundizar en temas históricos. El guión estuvo bien trabajado, haciendo que las actuaciones y los personajes se muestren de manera precisa. No se necesitan tantos efectos especiales, así que nos podemos dar el lujo de disfrutar una película de acción y suspenso, con la línea dramática de centrarse en la vida de un individuo.

El desarrollo de la trama es firme, claro, con estilo, con la forma de presentar presente, futuro y pasado a la vez, y así es difícil saber en qué momento se encuentra alguien. Sin embargo, los diálogos actúan de manera correcta ubicándonos de nuevo a la trama.

Es un filme recomendable para conocer más sobre la historia nacional, claro, del país extranjero, pero que nos servirá de referencia y de mayor conocimiento, además de mantener entretenido a quien le guste el cine negro. No es la máxima película, pero sirve para pasar un momento agradable. La historia, como todo en la vida, se vive una vez pero se aprende para siempre.

José Manuel Castelán Lunagómez

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