miércoles, 29 de febrero de 2012

La maquina del tiempo

Lili Portugal

Después de ver la transmisión de los Oscars, esperaba algo sumamente imponente de “The Artist”, en un principio me hizo recordar a las películas que he vito de Chaplin, pero esto miso me hacia mirar el reloj constantemente esperando que por fin se terminara, conforme iba avanzado la película iba olvidándome de mirar el reloj.
¿Me gusto?, claro que si, aunque fue algo nostálgica, hubo tramos en los que las ganas de llorar intentaban hacer estragos en mi, especialmente el momento en el que se exhibe la película, en la que él había invertido todo su dinero y tiempo, por producir, dirigir y actuar, es fácil identificarse con este George Valentin, ya que todos en algún momento hemos puesto esperanzas y deseos en algo que no sale como se planea.
Aunque no discuto el excelente trabajo de Jean Dujardin, mi personaje favorito sin duda fue Peppy Miller, logro que la odiara y quisiera al mismo tiempo, me hacía sentir que parte del éxito que ella tenia se lo debía a George Valentin, que mientras ella disfrutaba de la gloria y placeres de ser una gran estrella, el se veía hundido en la ruina, aunque también actúa como un ángel guardián para él, por lo que no se me hacia tan fácil odiarla.
El efecto de “máquina del tiempo” que maneja la película, me atrapo por completo, en un principio necesitaba que hablaran y escuchar los ruidos del ambiente, porque claro estoy acostumbrada a ellos, pero mientras más atención le ponía, mas me gustaba la musicalización y la precisión que esta llevaba para que los bajos y altos tuvieran la función de “marcar el paso” de los movimientos.
No puedo decir que fue lo que no me gusto de la película, porque si bien había aspectos que me molestaban en un principio, para el final de la película, no tenia queja alguna, puede que en el inicio al no estar acostumbrada a este cine, me costara más trabajo o lo sintiera “incompleto”.
Creo que el hecho de que la película fuera muda en un 95% interfirió un poco en poner más atención a las actuaciones, ya que al no poder expresarse con palabras recurren a una mímica inigualable, gracias a eso no me quedo ninguna duda o reproche de porque Jean Dujardin, se llevo el Oscar a mejor actor.
Deje claro que la parte más emotiva fue la de la proyección en el cine, pero en cuanto a la favorita, se la lleva el “sueño-pesadilla” que tiene George después de que le muestran una grabación de la elaboración del cine sonoro, la desesperación que proyecta el actor es única, logro hacer que me desesperara un poco con él, me hizo creer que en ese momento la magia de sentir incompleta la película y buscar mi manera de completarla seria destruido.
Al finalizar la película, mi interrogante de “¿Qué es lo que me falta, a parte del sonido para salir feliz?”, se vio resuelta por una pequeña intervención de la voz de George Valentin.
El buen trabajo en la historia, vestuarios y musicalización, sin mencionar las actuaciones, la ha convertido en la favorita de mis tareas de teoría cinematográfica. Además claro está el perro no podía quedar sin mención, tuvo una mejor actuación que muchos de los “actores” que conozco. Sin duda logro su cometido, me transporto, logre entender y me encanto el cine mudo.

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