miércoles, 29 de febrero de 2012

Lorena Sn Martin

El Artista

La historia que denotaba aquella imagen en tonos oscuros que se encontraba en cartelera, era la única información que tenía sobre el filme. Había sido nominada a decenas de premios; sí. Había ganado la gran mayoría de esos premios; también. Pero ¿Por qué? ¿Quién era aquel artista que estaba causando revuelo en las salas de tantos países?  …vaya sorpresa.
                               No suelo ver películas en blanco y negro, ni tanto cine mudo: lo he de admitir. Sin embargo, el artista no me parece el típico cine mudo y en grises que se quedó a mediados del siglo pasado, al contrario de esto creo que está lleno de tintas y en cada escena te grita un guion con una estructura difícil de perfeccionar.
                               Si algo he aprendido es que hacer una buena película, no se trata de descubrir el hilo negro, se trata de un buen guión, una dirección fuera de lo común, una excelente producción, actuaciones trabajadas y, en el caso de esta película, también se trata de una musicalización perfecta, según mi punto de  vista.
                               “El hombre” la especie más misteriosa del planeta, se ha dado paso a empezar de ceros y a través de los años ir construyendo un imperio, que si bien muchas veces se le sale de las manos, también ha logrado cosas que buscan darle belleza y sentido la su existencia, esta búsqueda incansable del arte ha sido resumida en siete artes milenarias, una de estas, la más nueva: el cine.
                               El artista te narra la historia del cambio de cine mudo a cine sonoro, y la oposición de uno de los actores que estaban en la cumbre del éxito. Años después, la crisis de 1929 viene a darle un giro de 180º grados al séptimo arte.
                               El reparto de esta última película de Michel Hazanabicius se me hace totalmente acertado, pues Jean Dujardin da vida a un personaje con el que tiene una similitud tremenda, me refiero al tiempo y lugar en el que se desarrolla la historia, características como el profundo negro de su cabello, su porte y ese bigote característico, le da aún más semejanza al personaje; Bèrènice Bejo sin duda no es la belleza mas exuberante que hemos visto en protagónicos, pero me resulta perfecta para el papel, pues cumple con la característica francesa (a pesar de ser argentina) cumple con muchas características de las actrices de la época; y mi última mención bien merecida es para la mascota de George Valentine, que más que una mención, se merece un Oscar.
                               Otro punto que se me hizo muy interesante es la basta riqueza en cuanto a encuadres y movimientos de cámara se refiere. Generalmente maneja encuadres abiertos, y cada close up, traveling o movimiento demás en general lleva en si una intención que apoya en gran medida al guion.
                               La escena final cuenta con todo para ser parodiada y seguramente la veremos como tributo más adelante en diversas producciones. Así como esta, cuenta con secuencias y escenas que valen demasiado la pena, la mescla de la línea muda que llevaba y de repente encontrarse con un par de escenas con dialogo (como al final) o con otro tipo de sonidos aparte de música (como en la escena que el artista está en su camerino con un vaso de wisky, y empieza a escuchar una mezcla de sonidos fuera de la línea).
                               ¿Qué si me gustó? Me encantó, creo que es merecedora de cada una de las estatuillas que lleva recaudadas y en cuanto a la dirección, seguro será un parte aguas en la carrera de Hazanabicius.

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