martes, 14 de febrero de 2012

Lorena SanTarantin

La invención de Hugo Cabret

Desde la rueda, el hombre se las ha ingeniado para  atiburrando el mundo de sus más locas invenciones; desde una rustica tinta con la que podían darle cuerpo a sus ideas, hasta la posibilidad de llegar a la luna o diseñar un curioso autómata. Cada una increíble en particular si las observas bien, el fin de estas siempre ha sido comunicar, expresar y enseñarle al mundo a hacerlo.
                E invertido alrededor de tres horas de mi vida y $300 pesos de mi cartera para descubrir lo que había detrás de la invención de ese tal Hugo Cabret  ...sin duda no me ha sorprendido, más bien me ha hecho reafirmar que existe una máquina de sueños inspirada en la realidad.
                ¿Cómo me ha parecido la película de Martin Scorsese? Buena, en realidad creo que es arte puro, una idónea inspiración para cualquier cineasta. Con diversas nominaciones y  ya algunos galardones, La invención de Hugo Cabret, o Hugo como es su título de inicio creo que es una de las mejores adaptaciones de la literatura al cine que podrían haber, sin darle más méritos de lo que merece, puedo respetar mi idea  de que es una muy buena película.
                Si bien no he tenido la oportunidad de leer por completo a Brian Selznick, si puedo decir que desde las primeras páginas te inmiscuye en un mundo en donde los personajes no son la cúspide, pero si el trato que Selznick le da a este homenaje del cine en sus mejores pañales y,  por supuesto, a George Mèliès.
                Misma fórmula representada en el filme con aquellas graficas casi blancas con negro, impresión gélida, matices otoño-invierno y una representación de los personajes, que a mi parecer, logra ser bien interpretada
                En  los primeros segundos creí encontrarme con algún tipo de animación, hasta ahora no estoy segura de la producción del filme, pues si es locación, la edición es muy singular; si es fondo verde,  el montaje me sorprendió; pero si tiene un grado de animación (que no dudaría el toque Depp y Burton que encontré durante toda la cinta), me parecería una interacción entre personajes,  producción, dirección y edición, muy interesante.
                En cuanto  a la historia, me resulta  atractiva la  idea de un huérfano, relojero e inteligente ladrón que buscaba a toda costa cumplir el sueño  que él y su padre fallecido tenían, con la idea  bien clara de  que para sobrevivir nadie debía  saber que existe, se encuentra envuelto  en una crónica de acontecimientos que lo llevan a ser pieza clave de la historia aun siendo  secundario en la idea central.
                Si hablados  del guion adaptado, que aun con doblaje pude  apreciar, suele serte familia, pues frases como “reconocería el  sonido de un proyector de cine  donde sea” son construidas  e inteligentes frases que a más  de uno nos quiso hacer  sentir identificado. Significados  del concepto de  cine que hacen  que tu imaginación vuele a un ideal propio.
                No sé si englobar actuaciones y personajes entendiendo por actuación la participación de los actores y como personajes la esencia original de cada uno de estos— o hablar por separado. En realidad creo que uno le da el realce al otro. Un cuidado reparto dan vida a personajes de la época cotidiana en aquellos años; una niña que no conoce el cine y un niño que no suele leer; una simple ama de casa esposa de un anciano amargado que se dedica a arreglar juguetes; personajes incidentales y secundarios que le dan vida a la historia; y al final, la extraña aparición de aquel engrane que hará que el reloj marque una hora diferente para cada pieza del rompecabezas.
Hugo ha sido nominado en más de 3 ocasiones desde su estreno, así como también ha dado la vuelta al mundo por su aportación a los amantes del cine. Scorsese una vez mas no ha contado una historia desde su singular punto de vista, y asì ha logrado darnos no solo más de dos horas de placer visual, sino también una historia que resultaba estar olvidada, aun siendo un parte aguas tan importante como otros grandes en la industria de los sueños.
                Con la excéntrica idea de aquel cohete incrustado en el ojo de sol a punto de derretirse, Mèliès se despide invitando a todos los hechiceros, sirenas, aventureros y magos del mundo, a que vengan y sueñen con él.

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