Sam García
Vaya
premisa, una pareja joven y enamorada se mudan a su nuevo departamento, uno
donde parece que suceden cosas extrañas y un embarazo que magnifica todo lo que
sucede alrededor de los protagonistas hasta el punto donde ella descubre la
verdad.
Un excelente
thriller del director y guionista Roman Polansky, con actuaciones de Mia
Farrow y John Cassavetes que en conjunto con el fotógrafo William Fraker logran
crear una ambiente lleno de suspenso, temor e incertidumbre.
Las actuaciones son
extremadamente creíbles, pero con un estilo casi teatral que caracteriza la
dirección de Polanski, intenta regresar a las raíces pero sin salir de la
modernidad.
El uso de los espacios y
los ritmos en la película nos generan mayo suspenso conforme avanza la trama,
es algo que no te ves venir, que sin duda hasta el final de la película te
sigues preguntando cómo pasó.
Las tonalidades de la
película van evolucionando de manera significativa pero tan gradualmente que es
sin duda muy difícil percatarse de dichos cambios a primera vista, y con una
fotografía envidiable.
El departamento de arte
en esta cinta no sé queda atrás, todo, y digo todo, resalta de cierta manera
que es imposible no verlo, pero a lo que sí le aplaudo de pie, es la manera en
que la cuna del bebé está decorada, ese último toque visual que a la cinta le
da ese peso de miedo, temor y significado.
La película sin lugar a
dudas es otra de las películas obligatorias a ver por cualquiera que disfrute
del séptimo arte y más por aquellos con gustes predilectos por el thriller o el
terror tal cual.
A pesar de su lento ritmo
que a veces se acelera por un momento es una cinta bastante digerible y que
capta tu atención en los primeros 20 min, aunque el inicio esté algo flojo.
Por ello la califico con
****
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