jueves, 29 de noviembre de 2012

Odisea en el Espacio


Odisea en el espacio
Afrodita Lezama

2001: Odisea en el espacio
Dirección: Stanley Kubrick
Reparto: Keir Dullea, Gary Lockwood, William Sylvester y Douglas Rain
Año: 1968
Fotografía: Geoffrey Unsworth
Guion: Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke
Compañía Distribuidora: Metro Goldwyn Mayer (MGM)

En un futuro no muy lejano, se encuentra en la Luna la primera señal de vida inteligente de origen extraterrestre: un monolito enterrado hace 4 millones de años. Sin embargo, el viaje hasta la siguiente pista resulta ser toda una travesía, con un destino sorprendente.
Kubrick vuelve a estirar y encoger el tiempo –y el espacio- a su antojo, para presentar las actividades cotidianas y dramáticas como una suerte de aplicación multidimensional fascinante. Su interés por las relaciones entre el creador y su obra son el eje de la acción: el hombre que quiere controlar a la máquina y ésta que lucha por obtener su propia identidad. 

El director mantuvo toda su vida esa obsesión y no pudo llevar a cabo su proyecto más ambicioso (finalmente rodado por Spielberg, y curiosamente estrenado en 2001, aunque con resultados discutibles). Lo que Kubrick esperaba era poder asignar el papel protagonista a un verdadero robot.

El conflicto entre el hombre y la computadora se resuelve de forma trágica, pero resulta paradójico cuando el espectador asiste a la conclusión del filme. En otro alarde de manipulación temporal por parte de Kubrick, el astronauta es testigo de su propio destino, a la sazón controlado por un ser de inteligencia artificial: el propio monolito.

No sé si esta conclusión es acertada, pero de cualquier forma deberíamos tener presentes las palabras del propio Arthur C. Clarke, que dijo algo parecido a esto: “Si se entiende 2001 completamente, entonces es que hemos fallado. Lo que pretendíamos era que surgieran más preguntas que respuestas”.

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